Ayer tras más de diez horas de ascensión pude por fin coronar el Elbrus. Las condiciones climáticas seguían siendo muy malas, pero se abrió justo para alcanzar la cumbre.
Espero que las imágenes que grabé estén lo suficientemente buenas como para compartirlas aquí cuando llegue a casa.
Tras eso, lo normal: dedos helados, cara quemada, cansancio extremo....pero feliz por haber hecho cumbre.
Bajo a Cheget y aprovecharé los días que me quedan para hacer alguna caminata por la zona.
Ahora ya...sólo quedan seis!!! ;-)